domingo, junio 10, 2007

Xiomara Rauseo: LAS ARMAS DEL PRESIDENTE

No hay duda que el Presidente —con Sala Situacional incluida— no sabe qué hacer con los jóvenes universitarios, bien sean sus partidarios o los jóvenes que han marchado las últimas semanas. Lo ha intentado todo y no ha logrado nada más que evidenciar su origen cuartelario y no universitario.

Veamos las actuaciones del Presidente. Porque si hay algo en lo que no hay duda es que el mismísimo Presidente es quien ha dirigido esa batalla y sus respectivas derrotas. ¿Quién si no él puede movilizar Fuerzas Armadas, policías, ministros, alcaldes, tribunales, Fiscalía, Asamblea Nacional, parlamentarios, marchas oficiales, colectivo Alexis Vive, grupos violentos, Lina Ron, La Hojilla, Daniel Ortega y, por último, jóvenes estudiantes y militantes del Chavismo.

Todo un arsenal inútil que lo han ido llevando de derrota en derrota y que evidencia su miedo a lo desconocido y que desdice mucho de su autocalificada condición de estratega.

Por supuesto, todas estas acciones a la luz pública nos lleva a presumir las acciones que se deben estar efectuando a oscuras y que no tenemos noticias de ellas. ¿A cuántos estarán amenazando, a cuantos infiltrando, a cuantos estarán tratando de comprar?

Cada uno de esos actores enviados a la “guerra”asimétrica, por cierto ha cumplido la orden pero no el objetivo. No han podido con la creatividad de los jóvenes y han tenido que bajar “penosamente” la cabeza ante la fuerza de una juventud que en masa los ha ido visitando y evidenciando su subordinación al presidente.

Saben los jóvenes que esa amable magistrada que los recibe en el Tribunal Supremo de Justicia, es la misma que permite que el Ejecutivo se apropie de los bienes de RCTV. Conocen que el Fiscal que en tono íntimo les habla de su hermana, de sus hijos, de su condición de profesor universitario, es el mismo que guarda silencio ante la discriminación arbitraria y pública de buena parte de la población. Por no recordar otras actuaciones lastimosas por parte de este Fiscal que —por ciertose declara partidario de la autonomía. Ya tendrá la oportunidad de defenderla.

Aprendieron rápidamente estos estudiantes, la gran mayoría sin experiencia política alguna, que esas instituciones que los han recibido, los han oído pero no los han escuchado,. No pueden, no tienen el permiso del Presidente. Por eso, qué sentido tenía debatir ante la soberbia de una Asamblea Nacional agavillada e integrada por hombres y mujeres obligados a vestir de rojo y que fueron desnudados por unos jóvenes que podrían ser sus hijos.

Vivieron estos muchacos las trampas montadas desde la Alcaldía de Freddy Bernal, los insultos de distintos personeros, incluidos los de Daniel Ortega y de ese oscuro personaje que maneja el programa favorito del Presidente. Soportaron bombas en la UCV, insultos en la Asamblea y alcabalas de las Fuerzas Armadas para que no entraran a Caracas.

Pero lo peor de todas estas acciones es el enfrentamiento entre estudiantes que está propiciando el gobierno. ¿Acaso es debate? No, es enfrentamiento.

El Presidente en su larga cadena nacional del jueves por la noche y en reunión con sus jóvenes partidarios, justo después del encuentro que habían tenido en la Asamblea, les señaló la línea. A los ojos del Presidente, los estudiantes que están con la revolución existen y existirán para el Gobierno, hasta el punto que se les dará dinero en becas, pero también para que formen empresas, para que manejen las residencias. Premios que otorgará no por ser estudiantes, sino por estar con él. Los jóvenes universitarios que no están con la revolución no existen, no piensan y son manejados por Busch y Alberto Federico Ravel. Así como tampoco existen las mujeres venezolanas que no sean morenas, bajitas y pelo rizado. Los jóvenes revolucionarios, de acuerdo con el Presidente, sí son inteligentes, autónomos, solidarios. Pero sus compañeros, de la misma generación, de los mismos sueños, de las mismas canciones, de los mismos cafetines, cuadras, barrios, plazas y centros comerciales, no quieren a la Patria, que es lo mismo que no quererlo a él.

Este mensajes, es el arma más letal que ha usado el Presidente. Lo peor —permítame decirle señor Presidente— es que esas balas están dirigidas a sus jóvenes seguidores, a quienes les está arrebatando la solidaridad con sus amigos, sus compañeros, sus panas. Lo peor, señor Presidente, es que los está obligando a no reconocerse con su generación, a que carguen con los errores del Che, de Fidel, con los suyos. Los está obligando a lecturas que no mencionen las causas de la caída del muro de Berlín, a películas que su Ministro de la Cultura apruebe y que la Villa del Cine produzca. Lo peor, señor Presidente, es que les está borrando la historia de un país que no empezó con su golpe de Estado. Les está inventando un Bolívar y un Zamora que no existieron. Tristemente, para estos jóvenes su máximo líder empezó a dispararles a mansalva, ojala puedan pintarse las manos de blanco.

No hay comentarios.: