sábado, junio 09, 2007

Cine: HISTORIA DE UNA OBSESIÓN

Con Zodíaco David Fincher regresa al tipo de película que lo lanzó a la fama, Seven, pero en realidad las similitudes entre ambas son epidérmicas puesto que guardan estilos y tiempos narrativos distintos. Ni siquiera las atmósferas son parecidas: en Seven la trama se concentra en un período corto en un ambiente oscuro, húmedo, deprimente, propio de las urbes sobrepobladas, mientras en Zodíaco se respira el aire y el sol de San Francisco a lo largo de tres décadas.

En la primera había un drama moral y religioso, en la segunda no tenemos explicaciones sobre las motivaciones del villano. Lo único que tienen en común es un asesino en serie y unos investigadores presionados para impedir que siga corriendo la sangre de inocentes. De resto se trata de un enfoque distinto sobre un asunto policial. En este caso la personalidad más importante no es la del asesino sino las de sus perseguidores. De hecho, es la historia de una obsesión destructora que se desplaza por tres personajes.

El film se sustenta sobre el libro de Robert Graysmith, un caricaturista del San Francisco Chronicle, que recoge las investigaciones sobre un criminal —identificado como Zodiaco— que llevaron adelante Dave Toschi, detective de la policía de SF, y Paul Avery, reportero del célebre diario californiano, desde las celebraciones del 4 de julio de 1969 hasta entrados los noventa. Pero en el guión de James Vanderbilt el propio Graysmith se convierte en el tercer investigador y, a la larga, el más obsesionado. De cronista pasó a ser un personaje de su propia narración. Y esto le confiere un valor agregado de importancia al film, pues el relato adquiere veracidad y tono emocional que tal vez un libro de crónicas no puede desarrollar.

En el juego del gato y el ratón, este último es apenas una ficha. En cambio, la historia presenta a tres gatos buscando un ratón sin rostro, un asesino que tal vez no cometa tantas muertes como las que fanfarronea, pero que evidencia una patología que reclama la atención de los medios y de su público. Zodiaco manda mensajes a los diarios con códigos que pretenden dar pistas de su próximo asesinato. Pero lo que propulsaba era la zozobra, el terror, la incertidumbre. A quienes no mataba definitivamente los aterrorizaba. Tal vez este sea el caso real más famoso sobre un asesino en serie que nunca pudo ser atrapado, a pesar de los indicios que pesaban sobre Arthur Leigh Allen.

Lo mejor de Zodíaco es la forma como los tres personajes se van transformando a lo largo de los años, gracias a las interpretaciones de Jake Gyllenhaal (Robert Graysmith), Robert Downey Jr. (Paul Avery) y Mark Ruffalo (detective Dave Toschi) y al pulso narrativo del propio Fincher, atento a las ironías —hasta el Harry Callahan de Clint Eastwood había atrapado al crimina— y a los detalles de un sistema judicial con muchas fallas. Lo peor de Zodíaco: las 2 horas y 43 minutos que dura la proyección. Un exceso que no tiene fundamento. Añoro los tiempos cuando las películas duraban 90 minutos, máximo dos horas. Después uno salía a comer algo y comentar el film. Eso ya no se puede.

ZODÍACO ("Zodiac"), EEUU, 2007. Dirección: David Fincher. Guión: James Vanderbilt, basado en el libro de Robert Graysmith. Producción: Mike Medavoy, Arnold W. Messer, Bradley J. Fischer, James Vanderbilt y Ceán Chaffin. Fotografía: Harris Savides. Montaje: Angus Wall. Música: David Shire. Elenco: Jake Gyllenhaal, Robert Downey Jr., Mark Ruffalo, Anthony Edwards y Brian Cox, entre otros. Distribución: Cinematográfica Blancica.

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