sábado, junio 16, 2007

Elisabeth Burgos: DESDE CUBA LA CONTRAOFENSIVA EN MARCHA

Tras el impacto causado por el movimiento estudiantil, se estaba logrando el establecimiento de una agenda para debatir ideas entre los universitarios de bandos contrarios: los oficialistas, identificados con el régimen y los que abogan por la libertad de expresión y la autonomía universitaria. Un debate ya se había concertado entre ambos en el recinto universitario. El representante de los estudiantes oficialistas, inopinadamente lo canceló.

El Presidente de la República, teniente coronel Hugo Chávez, viajó sorpresivamente la víspera a Cuba. Según el parte oficial, acudió a una reunión de “trabajo” con su alter ego Fidel Castro. Una manifestación de estudiantes toma la Plaza Venezuela en apoyo al gobierno de Hugo Chávez “dispuestos a participar de manera activa en defensa de nuestra soberanía ante los planes del imperio”. La relación de causa a efecto entre estos acontecimientos no debe dejar dudas, no es fortuita.

La reacción de repudio internacional hacia el régimen ante el cierre de RCTV, la irrupción inesperada del movimiento estudiantil abogando por la libertad de expresión y la autonomía universitaria hicieron retroceder al régimen. El movimiento estudiantil impuso un inesperado protagonismo ante la opinión pública y retomó espacios urbanos que habían sido monopolizados por bandas del oficialismo y hasta logró expresarse en la Asamblea Nacional.

Es de imaginar la preocupación de Fidel Castro al observar la decisión de los jóvenes universitarios haciéndole frente a la policía antidisturbios. Imagino los recuerdos que le asaltaron al ver en la pantalla de la TV a un joven de apellido vasco, estudiante de abogacía que mide más de 1.90. Él sabe del arrojo que se tiene a esa edad, en particular si se posee una formación universitaria que enseñe la valía y el manejo de las instituciones, como es la carrera de las leyes. El mayor impacto fue cuando escuchó el discurso que pronunciara el joven universitario en la Asamblea Nacional. Allí tiene que haber recordado también la misma osadía, cuando pronunció durante el juicio que se le siguió por sedición, tras el ataque al Cuartel Moncada, su célebre “La historia me absolverá”.

Decidió convocar al teniente coronel Hugo Chávez para explicarle que en una escalada, “cuando el contrincante da el primer paso, se le debe responder con el paso número sesenta, puesto que de lo que se trata es de sorprender al enemigo y vaciar el acceso de una sola vez”.

Que eso de “permitir que le estén ganando terreno en la calle, en la Asamblea Nacional, monopolio absoluto oficial y hasta de pretender tener espacio en los medios oficialistas, era una soberana estupidez, porque así iba a terminar abdicando” y no podría realizar el proyecto socialista-pretoriano que se propuesto; no es el momento de debilitarse, sobre todo en estos momentos cuando ya se ha ido logrando debilitar la figura de Uribe gracias a la acción interna de los grupos de presión y a la de los gobiernos europeos, y cuando ya las FARC están convencidas de dejarse de guerrillas y han decidido tomar el poder legalmente en las próximas elecciones y así se completa el eje bolivariano.

Pero se debe actuar con cuidado, porque si muere un estudiante universitario a manos de la policía el escándalo será mayúsculo y hasta los chavistas protestarían. Venezuela no es una isla como Cuba, ni un país continente como la China y la masacre de Tlatelolco sucedió en plena guerra fría y no existían las conexiones de ahora. No, no se puede mandar a la policía. A los que hay que mandar es a los universitarios bolivarianos a defender su revolución.

Nada de debates en las universidades y menos en la TV, nada de buscar consensos mínimos: una revolución significa el todo o la nada. Los estudiantes bolivarianos deben ponerse en pie de guerra y aniquilar ese movimiento de “burguesitos contrarrevolucionarios”. Contamos con suficientes muchachos entrenados que pueden hacerles frente.

Ya verás, cuando manden a unos cuantos al hospital, o los bolivarianos no los dejen penetrar en las aulas, van a reflexionar. Es cuando se debe aprovechar la coyuntura y proponer el lanzamiento de un “candidato de unidad” para que lidere todo el movimiento estudiantil, todas las federaciones universitarias. Se hará una campaña usando la famosa frase de Bolívar, esa de que “se consolide la unión”. Así como hicimos en Cuba, pues en 1959 tampoco los estudiantes estaban de acuerdo con el cese de la autonomía universitaria, pero ya en septiembre de 1959 estaba la universidad bajo control del gobierno. Claro, el líder que se oponía, que por cierto era del 26 de julio, pero católico, Pedro Luís Boitel, estuvo tres meses sin comer en la cárcel, en huelga de hambre, murió y no pasó nada.

Se debe encontrar un candidato afecto al régimen, pero que aparentemente observe distancia y cierta neutralidad, que tenga carisma. Esa campaña se debe hacer en nombre de la unidad, para que cesen los enfrentamientos. Los padres van a apoyar, porque son sensibles a los peligros que puedan correr los hijos y querrán que cesen los enfrentamientos. Los opinadores de siempre van a apoyar la medida, ya sabes los cómodos que son los venezolanos que les cansan los problemas.

Ya están pidiendo a los universitarios que no vayan a la TV, que dialoguen discretamente en los claustros, que trasciendan el debate ideológico, cuando ese es el mayor peligro para nosotros, puesto que están logrando las simpatías de la mayoría del país”. No se precisa de mucha imaginación para tener la certeza de que esos fueron las palabras que se escucharon en la guarida que abriga al Primer Ministro, Primer secretario del Partido Comunista y Comandante en Jefe, mientras le hacía la lección al que ha delegado en Venezuela. Se debe tener la certeza de que el presidente, teniente coronel Hugo Chávez regresará de La Habana lleno de consejos y de disposiciones.

Quienes abogan por el diálogo civilizado, llevado a cabo en la discreción de los claustros, siguen ignorando que el golpe de Estado permanente contra las instituciones no acepta treguas, menos aún el diálogo entre visiones contrarias, porque el “proyecto” requiere mantener a los afectos en estado de movilización permanente. El régimen cubano pronto cumplirá medio siglo, porque nunca ha cesado de mantener a la población movilizada, luchando contra alguien, aún contra enemigos inventados, como el famoso imperio imaginario que pretende atacar a Venezuela.

La garantía de la continuidad de la misión que se ha impartido el movimiento estudiantil democrático venezolano, es la continuidad de sus acciones haciendo escuchar la solidez de sus argumentos y la fundamentación constitucional de sus reivindicaciones, en la mayor parte de espacios públicos como en los medios. Y sobre todo, evitando las provocaciones que busquen inducirlos a la violencia. Pero deben estar muy conscientes del escenario que pronto entrará en acción.

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