La lección más importante surgida en estas dos semanas de movilización estudiantil es que el liderazgo brota —en su momento justo— como respuesta a un abuso de poder y como necesidad de cambio en un sentido más amplio. Estos muchachos comenzaron a patear las calles exigiendo el regreso de la señal de RCTV para pasar rápidamente a reclamar el respeto a la libertad de expresión, los derechos civiles, la autonomía universitaria y la democracia. Han logrado la hazaña de poner en plan reactivo al caudillo. Dicho de otro modo: este movimiento estudiantil —con tres, cinco, siete y más líderes— se pone al frente de las luchas de la sociedad democrática venezolana. Vaya compromiso.
Lo mejor que ha sucedido con esta vigorosa movilización de jóvenes es que nadie —de manera sensata— puede afirmar que obedece a los designios de la IV República, del bipartidismo, de la oligarquía, del pasado. Más allá de ciertas similitudes con otros movimientos estudiantiles en Europa y América, no hay nada, en este momento, más parecido al futuro. Son los muchachos que crecieron durante los 8 años del chavismo. Quienes tienen hoy 20 años contaban apenas 12 cuando Hugo Chávez ganó las elecciones y 15 cuando se produjo el 11 de abril. No son culpables del pasado y tienen la mirada puesta en el futuro.
Los muchachos seguirán protestando, continuarán organizándose, persistirán en la divertida tarea de fastidiar al Presidente de la República. Pero no se les puede exigir que construyan el futuro ellos solos ni que le hagan la tarea cívica al resto de la sociedad. Así como ha emergido un liderazgo estudiantil, deberá brotar algo similar en los movimientos sindical y gremial, en los productores del campo y de la industria, en los consumidores y en los ciudadanos que defienden sus vidas contra el hampa. Gente que tendrá una respuesta ante los abusos del poder y una legítima necesidad de cambio.
¿Qué papel jugarán los partidos políticos en este nuevo panorama? Nadie lo sabe pero ya se están haciendo apuestas. La pregunta pertinente sería ¿cuáles partidos políticos?
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