sábado, mayo 26, 2007

El País y Le Monde: EL RECHAZO A LA CENSURA


CHÁVEZ ES LA LEY
EL PAÍS, Madrid, 25-05-07.

Al igual que lo viene haciendo con Estados Unidos durante años, el presidente venezolano ha multiplicado deliberadamente en los meses recientes su papel de provocador continental, encadenando decisiones que no pueden pasar inadvertidas. Hace semanas era su anuncio de abandonar el Banco Mundial, el FMI e incluso la Organización de Estados Americanos. O la nacionalización de las explotaciones petrolíferas del Orinoco. O la propuesta de un denominado Banco del Sur, que haría préstamos a gobiernos latinoamericanos sin el yugo "neoliberal". Le llega el turno ahora a la cadena Radio Caracas Televisión, abiertamente hostil a Hugo Chávez, que dejará de emitir a medianoche de este domingo porque el Gobierno venezolano ha decidido no renovar su licencia.

La medida de Chávez anunciada ya a sus conmilitones en diciembre, al calor de su incontestable nuevo triunfo electoral, es una grave muestra más de la imparable deriva del régimen hacia el caudillismo unipersonal, libre de contrapesos. Que la emisora televisiva más influyente del país pierda la licencia después de 53 añospor su decidida enemistad hacia el presidente de la República y su voluntad de no plegarse a las directrices del poder muestra el autoritarismo a ultranza y el carácter arbitrario del líder venezolano. Pero refleja también la inoperancia de los mecanismos de control que en los sistemas democráticos reequilibran y rectifican en su caso los abusos del Ejecutivo. En una Venezuela ayuna de instituciones realmente independientes, los deseos del jefe del Estado se convierten en ley, al margen de que, en este caso, un 70% de los ciudadanos, según una encuesta del mes pasado, estén contra el cierre de RCTV

En ningún país respetuoso con las libertades se silencian los medios críticos -aunque sean muy críticos, como es el caso- a golpe de boletín oficial del Estado y con el pretexto de que expira una licencia, hecho éste incluso sometido a controversia. Los jueces suelen estar ahí para impedirlo. Así lo han visto desde la OEA hasta el Senado de EE UU, que condena la medida en una declaración conjunta de los dos grandes partidos. Resulta desalentador en este sentido el tibio y rutinario rechazo ayer de la decisión de Chávez por el Parlamento Europeo, adalid de las libertades, en una Cámara vacía, prólogo del fin de semana. Y más desalentador aún por el hecho de que sólo tres diputados españoles se pronunciaran sobre la resolución. Un absentismo masivo que convierte en retórica la supuesta prioridad de lo hispanoamericano.


CENSURA A LO CHÁVEZ
LE MONDE, París, 27-05-07

El presidente Hugo Chávez ha ordenado la desaparición de Radio Caracas Televisión (RCTV), la principal cadena de televisión de Venezuela. El viernes 25 de mayo el ejército ha recibido el mandato del Tribunal Supremo de Justicia de tomar el control de lo equipos e instalaciones d RCTV, para "asegurar una transición serena" con el canal oficial que la reemplazará.

La negativa de renovar la concesión de RCTV, canal creado hace 53 años, priva a la audiencia popular de sus programas favoritos. Novelas, espectáculos y humor constituyen la parte esencial de su programación. La identificación con sus programas ha llevado a una parte olvidada de la sociedad venezolana a expresar sus dolencias a las autoridades a través de los micrófonos y las cámaras de RCTV. Ese papel de caja de resonancia de los descontentos, sin duda alguna ha molestado al gobierno de Chávez en mayor medida que los programas de información y de opinión dedicados a la oposición.

Ninguna de las acusaciones presentadas por el Presidente contra RCTV, con relación con su participación en el fallido golpe de Estado de 2002 o la huelga petrolera de 2003, fue objeto de un debate en un tribunal. RCTV apeló al Tribunal Supremo de Justicia, aun cuando Chávez había anunciado ya su decisión, irrevocable. Esta decisión política reduce el pluralismo y aumenta la concentración del espectro audiovisual en manos del Gobierno. Sean cuales fueren los argumentos administrativos o legales esgrimidos por el Presidente, es un violento golpe a la libertad de expresión en Venezuela.

El reemplazo de un canal privado que le brindaba un espacio a la oposición para que se expresara, por un canal público creado totalmente nuevo con este fin, es presentado por el Gobierno como "una democratización de los medios". El Gobierno controlaba ya varios canales y había logrado por diversos medios la anuencia de la mayoría de los otros. Inmediatamente después de la desaparición de RCTV de las ondas hertzianas, el lunes 28 de mayo, no quedará sino un solo canal de la oposición, cuya señal no llega más allá de Caracas y cuya audiencia es insignificante.

En diciembre de 2006, ni RCTV ni la oposición impidieron la reelección del presidente Chávez con una cifra cercana a 63% de los votos. La Asamblea Nacional, donde la totalidad de los miembros son afectos al Gobierno, se ha convertido en una simple cámara de registros. El jefe de Estado, además, ha recibido poderes especiales que le permiten legislar. El sistema judicial no osa contradecir al Ejecutivo, tampoco escapa de la corrupción generalizada.

La independencia de poderes ya no existe en Venezuela. La oposición teme que, después de ir contra los medios de comunicación, el Presidente procederá de igual forma contra los sindicatos, las organizaciones no gubernamentales o los partidos políticos. Con Chávez, la democracia venezolana está amenazada.

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