viernes, octubre 20, 2006

Trino Márquez: UN LÍDER DE PAPEL


Desde que obtuvo la victoria el 6 de diciembre de 1998 —pero especialmente a partir de su cuestionado triunfo en el referendo revocatorio en agosto de 2004— Hugo Chávez ha tratado de convertirse en el líder mundial de la izquierda radical, el antiimperialismo y el anticapitalismo. Con un Fidel Castro en el ápice de su vida, el comandante vernáculo vio la oportunidad de tomar el testigo de manos del anciano déspota caribeño. Tras esa quimérica meta ha gastado buena parte de la fortuna que los altos precios del petróleo le han proporcionado. No ha escatimado esfuerzos en dilapidar el dinero de los venezolanos organizando en Caracas reuniones internacionales en la que congrega a ese minúsculo grupo de la izquierda intervencionista, estatista y atrasada que todavía queda en el planeta, y que —quién sabe cómo se financia— va de Sao Paulo a Seattle, y de Montreal a París. Una izquierda atrasada que enuncia la globalización, mientras sus militantes se comunican entre sí a través de Internet, uno de los símbolos más conspicuos de la mundialización. Chávez oxigena las famélicas economías de Cuba y Bolivia, le da dólares las Madres de la Plaza de Mayo, a los sandinistas, al Frente Farabundo Martí y, en general, a una parte significativa de los grupos insurreccionales de América Latina.
¿Con ese derroche ha construido un liderazgo internacional sólido? No hay dudas de que puede ser uno de los presidentes de la región más conocidos en el mundo. Sin embargo, entre exposición pública y liderazgo hay una distancia sideral. Sadam Hussein, por ejemplo, fue durante mucho tiempo el centro de atención de noticiarios televisivos y radiales, portadas de revistas famosas, periódicos de prestigio internacional. Ahora bien, ¿era el sátrapa iraquí un líder reconocido y apreciado? Nada de eso. Al contrario, era un mandatario del que todos los presidentes y dirigentes importantes huían despavoridos, salvo el gobernante venezolano. ¿A quién lidera Illich Ramírez, “El Chacal”, quien fuese durante bastante tiempo el venezolano más famoso de la Tierra? Chávez es ampliamente conocido en muchos sitios fuera de Venezuela. Periodistas, reporteros dirigentes políticos y sindicales han oído hablar del personaje. Su imagen aparece con frecuencia en medios impresos y radioeléctricos. Sin embargo, de ninguna manera podría decirse que es un líder en el sentido positivo que contiene la expresión. El liderazgo verdadero se comprueba cuando quien intenta erigirse en tal, sintetiza y coloca todas las fuerzas en la dirección que considera acertada y obtiene las metas esperadas. Chávez está en las antípodas de este modelo. Tanto que, incluso, podría decirse que es una especie de antilíder o antihéroe, pues a quien toca lo hunde en la derrota. Le da el beso de la muerte, como dice el candidato opositor Rosales. Manuel López Obrador, Ollanta Humala, Lula y ahora Rafael Correa han sido víctimas de ese halo mortífero que despide el mandatario criollo. Del ALBA ni siquiera vale la pena hablar. No le ha prestado atención sino Cuba, y eso por las razones de sobra conocidas. El último terreno donde se ha medido el supuesto prestigio del mandatario venezolano es el de la elección del miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU. Venezuela ha sido integrante de ese cuerpo cuatro veces. En todas ellas obtuvo una sólida mayoría desde el comienzo de las votaciones. Eran tiempos en los que en nuestra Cancillería había gente seria, profesional y equilibrada, que con base en sus méritos y conocimientos lograban los respaldos necesarios para que el país alcanzara ese escaño. Los presidentes de turno no se declararon antiimperialistas, ni antinorteamericanos, ni coquetearon con regímenes radicales que fomentan el armamentismo atómico. Es decir, hicieron todo lo contrario de lo hecho por Hugo Chávez, quien colocó al frente de los asuntos internacionales a personas que carecen de experiencia diplomática y no muestran la menor autonomía frente a los desaguisados y enredos en los que el caudillo involucra continuamente a la nación. Chávez responsabiliza a los Estados Unidos de su fracaso. Después de identificarse con los regímenes de Cuba, Irán y Corea del Norte, y con la guerrilla de Hezbolá, y luego de atacar sin piedad a Bush y al gobierno norteamericano en todos los escenarios posibles, ¿pretendía que el Departamento de Estado apoyara la presencia de Venezuela en el Consejo de Seguridad o que no se opusiera a su inclusión? Lo menos que podía hacer EEUU era utilizar todo su peso para bloquear el acceso de Venezuela al CS y evitar relacionarse con un socio tan disparatado en una instancia tan importante del sistema de Naciones Unidas. Esta nueva derrota, la más costosa de todas, demuestra que el liderazgo internacional del caudillo populista es de papel, y que ni la montaña de petrodólares, ni los halagos sirven para afianzarse en el plano internacional como un dirigente admirado y seguido por sus aciertos y logros. Lo más lamentable es que la nación en su conjunto ha financiado la megalomanía del presidente de la República, sin que ninguna institución del Estado sea capaz de pedirle rendición de cuentas por el gasto obsceno que realizó, y por los enormes compromisos contraídos por el país con naciones con las que Venezuela no mantiene ninguna relación comercial significativa. Chávez debería responder acerca de cuántas familias habrían salido de la pobreza, cuántos niños de la calle habrían sido recuperados, cuánto se habría avanzado en el sistema de seguridad social integral, y cuántos hospitales, escuelas, kilómetros de carreteras y autopistas, rieles de ferrocarriles y metros, hubiesen podido construirse con el dinero que repartió para alcanzar una meta que, de paso, mientras la buscaba con las manos la destruía con los pies.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Antes que nada evitaré, por desconocimiento, opinar del análisis sobre que realizas sobre el gobierno de Chavez en Venezuela para evitar hablar de más. Soy de Argentina, un país que en los últimos 30 años triplico (y más) todos sus índices de pobreza, indigencia, desempleo, etc. El Estado cumplió un papel fundamental en este proceso, haciendo a la perfección los deberes que los principales organismos económcos internacionales le indicaban. Hay sin duda una confusión de conceptos en el artículo. En primer lugar el entender que la crítica a los aspectos negativos que la globalización pueda tener se contradice con la utilización de internet!! (Similar a la siguiente: "tomar un medicamento necesario para vivir implica estar de acuerdos con las leyes sobre patentes y acceso a los medicamentos vigentes, por más injustan que sean") Es una crítica propia del sentido común y del desconocimiento de los procesos que la globalización trae, muchos de los cuales abren importantes oportunidades pero tambien significan grandes peligros. Segundo, las Madres de Plaza de Mayo existen desde 1977, cuando a sus hijos, militantes algunos (pero no todos) fueron condenados a muerte sin juicio previo, en un momento de la realidad argentina que por el artículo, no debes comprender. Desde allí existen, aún cuando Chavez no tenía el poder de enviarle petrodolares como aseguras y seguramente existirán después que Chavez deje de estar. El adjetivo de insurreccionales, en ese caso, no deja ver mas que tu ignorancia sobre el tema, puesto que siempre se han manifestado en forma pacífica y respetuosa de la ley. Tercero, un gran lider, reconocido mundialmente que hemos tenido en los últimos años y que contó con la venia de USA y la ONU, fue Carlos Menem, abanderado de la privatización y la flexibilización laboral que el neoliberalismo "no intervencionista". Fue el gobierno que mas perjudicó a las clases bajas y medias y aumentó a niveles nunca antes vistos la concentración económica. De que sirve que un liderazgo sea tan bien visto por nuestro vecino del norte, eso por si solo no es un buen elemento. Sin mas, me despido con la franca sensación de haber leído un artículo de un lego que confunde el árbol con el bosque y que desconoce varios procesos de los que escribe con ligereza y que constituyen temas muy profundos que requieren cierta información previa. Saludos.