jueves, octubre 12, 2006

Culinaria: RÚGULA, HIGOS Y CARPACCIO

Hace poco un grupo de amigos descubrimos en Valencia —la de Venezuela, no la ciudad española— el Giglio Ristoranti, un local muy grato, luminoso y de buen gusto donde probamos algunos platos memorables acompañados de un equilibrado merlot del Véneto —un varietal sin denominación de origen, pero muy bueno— y servidos profesionalmente por unos camareros atentos a sus clientes. Todo esto hay que agradecerlo. El clásico carpaccio de lomito que todo restaurante italiano ofrece en su carta se convirtió en una delicia de láminas rojas matizadas por una suave mayonesa original combinada con el delicioso sabor agrio de la rúgula y la dulzura de unos higos maduros. Creo que es el mejor carpaccio que me he comido en años. Hecho con un poquito de imaginación. Luego siguieron risotto al fungi, risotto nero, bien desarrollados, y algo muy especial: los agnolotti de agnello, pequeñas pastas rellenas con cordero y matizadas con una salsa robusta. En ese momento añoré un barolo. Pero nada. Después de la tarta de manzanas había que conducir hasta Caracas. Otra vez será. Valencia siempre está allí. Para regresar.

GIGLIO RISTORANTE. Gastronomía mediterránea. Calle 139-A, entre Av. Andrés Eloy Blanco y Calle San Félix, El Viñedo. Teléfono: 0241 826.42.06.