La más reciente película del realizador chino Wong Kar Wai propone varios enigmas que van desde su título, 2046, hasta la composición de sus personajes principales. Ese número puede ser el título de la novela que estructura un escritor y también puede ser el año en que está ubicada la narración. Pero así mismo nos remite al número de la puerta de una habitación de hotel en Hong Kong. O a cualquier cosa que uno imagine. Lo más importante del film es el ambiente de búsqueda afectiva y la atmósfera de almas solitarias, mucho más que la explicación de una trama o la significación de las acciones. De varias maneras, 2046 recuerda la importante filmografía de su realizador.El rasgo común de sus películas se encuentra en la incomodidad del amor. Algo así como que el amor se vuelve asincrónico, como si la pasión estuviera mal puesta en determinado lugar. O se ama demasiado temprano… o se ama demasiado tarde. Hace unos años Wong Kar Wai conmovió con su laureado film Deseando amar (“In the mood for love”, 2001) al narrar una historia de erótica tristeza —manifestada en una inconclusa atracción mutua— que se declara entre un hombre y una mujer que viven en sendas habitaciones de un hotel. Ambos saben que sus respectivos esposa y marido son amantes, lo cual les crea un dilema ético pues ellos no pueden repetir lo que sus cónyuges han hecho. Ellos, simplemente, arrastran sus deseos de amor, su disponibilidad para la pasión, su intención de querer y ser queridos, pero nunca lo logran.
En 2046 Wong Kar-wai narra la historia de Chow, un escritor que supuestamente escribe sobre el futuro, pero realmente lo hace sobre el pasado. Los recuerdos son las lágrimas de la memoria, afirma este periodista devenido en narrador de sus propias vivencias. En esa novela de ciencia ficción un misterioso tren sale en varias oportunidades hacia el año 2046. Todos los que van en el tren tienen la misma intención: recuperar su memoria perdida. Se dice que en el año 2046 nada puede cambiar. Nadie sabe si tal cosa es verdad, porque ninguno de los que fueron al futuro volvió jamás. Excepto uno.
Nacido en Shanghai en 1958, Wong Kar-wai y su familia emigraron a Hong Kong cuando tenía 5 años. En 1988 debutó como director con Según caen las lágrimas que participó en
Lo que sí está muy claro es que la trama de 2046 remite a la visión masculina sobre el universo femenino y siempre lo hace a través del amor. Ese hombre que abandona Singapur y se establece en un hotel de Hong Kong para buscar oportunidades conoce un grupo de mujeres diversas con las que define relaciones específicas, las cuales se vinculan con otros hombres, en una especie de círculo de lazos afectivos que se repiten como una espiral. Todo esto narrado con un estilo visual esplendoroso, de gran intensidad cromática, yna banda musical deslumbrante que envuelven a los personajes y los dotan de todos sus misterios.
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