jueves, noviembre 30, 2006

Guillermo Feo: UN VOTO DE CONCIENCIA…UN VOTO PARA EL FUTURO

Antes de definirse la candidatura de Manuel Rosales como la opción de la unidad opositora, existió una corriente de pensamiento, minúscula numéricamente pero mayúscula en la claridad de sus ideas, que proponía construir un movimiento encargado de enfrentar, de cara a las elecciones de diciembre, al militar gobernante, no con peligrosas e inseguras manifestaciones presidencialistas, sino con la paciente construcción de agudos argumentos dirigidos a resaltar las profundas y auténticas razones a través de las cuales se evidencia la trágica necesidad de extirpar de raíz este deplorable gobierno que, en perfecto símil con el cáncer, penetra demoliendo cada capa que invade. Dichos argumentos se fundamentaban en alertar, para combatir, a los síntomas que nos alertan de la enfermedad: el MIEDO, la DESTRUCCIÓN, la OBSCENIDAD, lo INMORAL, la DESHONESTIDAD, la CORRUPCIÓN. No se logró construir lo deseado. Triunfó, nuevamente, la inmediatez triunfalista. Hemos conocido el sabor de ello: luego de la pérdida en el Referéndum, la oposición padeció de un clarísimo síndrome depresivo, casi desapareciendo de la escena política. Porque se creyó que la carrera era de corta distancia, que la pelea era de sólo tres rounds. Y resultó que el contrario estaba, y está, preparado para la lucha de largo aliento. Y de nuevo nos colocamos en el mismo sitio que al principio: disponiéndonos para una batalla que pareciera se inicia el 3 de diciembre a las 5 AM y finaliza el 4, o el 5, o el 6, o el 7… Estúpido error estratégico.
El 3 de diciembre es apenas un atisbo de lo que nos espera. Chequear la papeleta de las máquinas de votación es un tenue relámpago de la tormenta que se avecina. ¿Cuáles son las opciones, TODAS potencialmente viables?
1. Que la oposición gane y que el militar gobernante entregue. Posible más muy poco probable, casi inverosímil.
2. Que la oposición gane y el militar gobernante no entregue. Perfectamente posible, lo más probable.
3. Que la oposición pierda y reconozca su derrota. ¿Será esto posible?
Es este último punto en el cual me quiero detener. Es mi criterio personal que existen indicios de que el militar gobernante, más allá de las impunidades realizadas en las cedulaciones piratas o en la amedrentación alimentada con las “captahuellas”, pueda ganar voto sobre voto. Pero no podemos deprimirnos nuevamente. Tenemos que aceptar que aquello es dable y que es entonces cuando la verdadera lucha comienza. Votar el 3 de Diciembre no es un voto para el 4, o el 5, ó el 6. Es una acción que dispara toda una voluntad para el futuro, para los próximos años, por nuestros hijos y nietos… contra lo malignamente vertical, dictatorial, impositivo, y hacia lo horizontal, democrático, electivo. Contra la ignorancia de los conocimientos arcaicos, la mediocridad, las hábiles formas de controlar la voluntad del ciudadano, la falsedad de la igualdad y del colectivismo…… hacia el moderno conocimiento de los nuevos paradigmas, la sublimidad del espíritu, la auténtica democracia, el rescate del genuino humanismo en pos del respeto a la conciencia individual.
VOTA EL 3 DE DICIEMBRE PARA, POR Y HACIA EL FUTURO.

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