jueves, noviembre 30, 2006
Guillermo Feo: UN VOTO DE CONCIENCIA…UN VOTO PARA EL FUTURO
Gerver Torres: El SECUESTRO
Las personas que obligaron al capitán de la nave a retornar a puerto, han debido ser detenidas de inmediato por la Guardia Nacional, para ser sometidos a juicio. ¿Por qué no se hizo? ¿Por qué los dejaron seguir libremente? ¿Quién le hace justicia a la tripulación de la nave, a los pasajeros y a la empresa afectada?
El incidente revela cuando menos dos cosas: una mentalidad —una manera de proceder— que consiste en imponerle a los demás, por la fuerza, los intereses y la voluntad propia y, en segundo lugar, el colapso total de las instituciones, que permite que ello ocurra. Unos secuestran un ferry, otros secuestran el país.
gerver@liderazgoyvision.org
Trino Márquez: LA HISTORIA NO SE ACABA
En el caso de que el Gobierno pierda tendrá como tarea recomponer sus bases sociales, evaluar el discurso y la proposición que le presentó al país y establecer cómo utilizará el inmenso poder con el que cuenta en las numerosas instituciones del Estado que controla. El oficialismo tendría que admitir que su proyecto es inviable y que el pueblo no acepta el socialismo ni el comunismo. Sin embargo, su fuerza acumulada le permitiría reestructurarse en un período relativamente breve y aparecer de nuevo como una alternativa para los sectores que en el pasado se sintieron atraídos por la oferta programática y el discurso del actual Presidente de la República.
Si ocurriese lo contrario, es decir, que fuese la oposición la que saliese numéricamente derrotada, el candidato perdedor tendría que asumir la responsabilidad de construcción y dirigir un amplio movimiento que reúna a la mayor parte de los partidos, grupos y sectores que participaron en la campaña electoral. Lo que ha conquistado la oposición y su líder —Manuel Rosales, el gobernador del Zulia— no es poca cosa. Su esfuerzo ha sido titánico y los resultados asombrosos. A mediados de 2006 una amplia franja de la oposición estaba desmovilizada, producto de su frustración y desconfianza en quienes aparecían públicamente como sus voceros y dirigentes. El fracaso en el revocatorio, la actitud errática de los líderes de aquella jornada y, luego, la incapacidad para aprovechar la enorme abstención del 4 de diciembre de 2005, sembraron el escepticismo entre la mayor parte de los ciudadanos que habían marchado, firmado y expresado de distintas formas su descontento con el Gobierno.
En muy pocos meses este estado de ánimo, en el que se combinaban la rabia con la resignación, se modificó. La misma gente que expresaba su desconfianza frente al proceso electoral o que creía que no era posible alterar el cuadro político nacional a través de las elecciones, salió a las calles a manifestar con entusiasmo y a prepararse para llegar a la convocatoria de diciembre en las mejores condiciones posibles. El abanderado opositor, que al comienzo aparecía como una comparsa dentro de un baile en la cual parecía ser un invitado de ocasión, se convirtió —gracias al apoyo de los ciudadanos de todas las clases sociales y a su propia reciedumbre— en una amenaza real para el candidato a la reelección.
En esos grupos sociales que salieron del marasmo y la desidia existe un enorme potencial para construir una fuerza organizada, que será necesaria, incluso en el caso de que la oposición saliese triunfadora en los comicios. Las democracias más estables son aquellas en las que existen partidos políticos sólidos, capaces de establecer alianzas y llegar a acuerdos permanentes con diferentes factores de poder dentro de una sociedad. La democracia venezolana requiere con urgencia que los viejos partidos políticos que surgen después de la muerte de Juan Vicente Gómez —cuando la nación sufre un vuelco radical— sean sustituidos por nuevas agrupaciones policlalistas que reúnan a personas con distintos intereses particulares, pero con un solo propósito común: asegurar la vigencia de la democracia, el desarrollo de la nación y la equidad social.
La reconstrucción del país necesita de partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil que asuman, con un sentido de permanencia, las tareas que permitan superar los gigantescos problemas que el país confronta en todas las áreas. El restablecimiento de un clima de confianza y armonía, el desarrollo económico, la creación de empleos, la reducción de la pobreza, el combate a la delincuencia y el rescate de la seguridad ciudadana, tareas que el Gobierno —viejo o nuevo— deberá acometer, podrán cristalizar si existen acuerdos políticos que les den viabilidad.
La cristalización de esa fuerza por parte de la oposición permitirá preservar el triunfo, si se obtiene; e impedirá que la frustración se adueñe de nuevo de los ciudadanos, si es que es que se pierde. Además, numerosos desafíos deberá afrontar la oposición. Allí están los referendos revocatorios de gobernadores y alcaldes, y los referendos consultivos que el Gobierno tendrá que convocar para aprobar cualquier reforma o enmienda constitucional. Todos estos compromisos requerirán de una oposición tan firme como la que se expresó durante la campaña electoral. La historia no se detiene.
Heinz R. Sonntag: RETROSPECTIVAS Y SIMBOLISMOS
¡Que juzgue el amigo lector en qué ha terminado, después de casi ocho años en el gobierno, esta imagen que dibujaba de si mismo! No es solamente que hasta el juramento como presidente, con la mano sobre “esta moribunda constitución”, fue —en términos estrictos— inconstitucional y por ello ilegal e ilegitimo. Es también que, en los primeros tiempos —del 2 de febrero de 1999 hasta la relegitimación en 2000— usó numerosos trucos de ésos que la gente seria llama “politiqueros” para imponer sus —hasta entonces casi inocentes— proyectos. Del célebre proyecto de cambio de la educación, que fracasó por la primera resistencia de muchos ciudadanos, en adelante se fue radicalizando, provocando la intensificación de la oposición, muchos de cuyos integrantes lo habían apoyado hasta poco antes. Lo que Chávez impulsó, con la asistencia especial de su “mentiroso mayor”, el “ejemplar periodista” José Vicente Rangel —¿cuándo lo fue? ni lo sabe él mismo, tal es su identificación de “denunciador de oficio” de antaño con la misma condición de hoy— fue un proyecto de odio, de polarización, de mentira, además de militarización y destrucción de casi todas las instituciones, con la única excepción de las universidades autónomas y algunas privadas.
Los resultados fueron las masivas protestas, el curioso “golpe” del 11 de abril de 2002, el paro general de finales de ese año, el recrudecimiento de la represión y el endurecimiento de las medidas políticas de desinstitucionalizacion totalitaria del Estado democrático.
Hubo una serie de simbolismos que acompañaron este proceso. El primero fue el “bolivarianismo”, una versión de la mezcla de conceptos que fue el pensamiento político de Simón Bolívar, quien nunca quiso desarrollar una teoría política o revolucionaria sino ensamblar sus ideas de acuerdo con las necesidades estructurales y coyunturales de las luchas por la independencia. Este simbolismo se extendió hacia ese otro que se llamaba “Revolución Bolivariana”. En la medida en que el supremo se abrazó de Fidel Castro, fue avanzando el ingrediente “socialista” del la “Revolución”, hasta llegar al simbolismo del “socialismo del siglo XXI”, que ni siquiera Heinz Dieterich, su asesor y confidente, estima posible. Los últimos simbolismos rayan en lo ridículo: la sustitución de la economía monetaria por la del trueque. ¿Hasta dónde y cuándo puede llegar la ilusión de una regresión societal?
Aparte del simbolismo militarista —hasta en la vestimenta del teniente coronel—, a la misma altura de los anteriores, hay simbolismo menores. Uno, por ejemplo, es el uso del color rojo, un simbolismo que se acentuó en la medida en que los que mandan se acercaron al ideal del “socialismo-comunismo”. Otro es el lenguaje. Un solo ejemplo: la “marea roja”. Sería interesante saber si el sabelotodo supremo y su asesor intelectual saben que el significado original de este fenómeno es una intoxicación del agua del mar que mata peces y otros seres vivos. ¿Habrá que aplicar este significado original del simbolismo a las mareas rojas del chavismo? ¿Es el simbolismo semántico “rojo-rojito” una expresión inconsciente del deseo del comandante de saber que todos sus enemigos están muertos o, por lo menos, silenciosos?
La contraposición de lo que Chávez dijo en aquella entrevista de 1998 y lo que hizo en estos casi ocho anos no podría ser más dramática. Juzgarla es tarea de todos nosotros, los ciudadanos. Este juicio es una obligación ética. ¡Ojalá que cada uno de nosotros, los 26 millones de venezolanos, sepa cumplir con la ética democrática!
heinzsonntag@hotmail.com
lunes, noviembre 27, 2006
SUMARIO 28-11-06
Esta es una edición muy breve de Ideas de Babel. La proximidad de las elecciones presidenciales marca el tono. El momento de la verdad se aproxima, pero no sabemos cuándo será ese momento ni cuál será la verdad.
Homenajeamos a Robert Altman, gran creador del cine norteamericano, fallecido a los 81 años hace una semana en Los Ángeles, con un legado de más de treinta largometrajes.
Trino Márquez no sale de su asombro al comentar el concepto de trueque que Hugo Chávez maneja en el siglo XXI. Felipe Benites se mofa de las cifras del Instituto Nacional de Estadísticas. La nueva columnista invitada Silvia Dioverti se remonta a Bruno Bettelhein y algunos teóricos jungianos para sumergirse en los significados del color rojo... rojito.
Disfruten lo bueno y perdonen lo malo.
Alfonso
Política Ficción: LA ENCUESTA ESTÁ EN LA CALLE
Cine: EL LARGO ADIÓS DE ROBERT ALTMAN
jueves, noviembre 23, 2006
Trino Márquez: EL REGRESO A LAS CAVERNAS
El trueque es la gran proposición estratégica que Chávez le plantea a los sectores más desprotegidos del país. A este anacronismo lo acompañan la economía de subsistencia y el desarrollo endógeno. Aquella antigualla no fue defendida por los gobernantes en sus discursos, ni siquiera en la época en la que el cacao y el café representaban los principales productos de exportación, y el Fisco obtenía sus reducidos ingresos de los tributos que pagaban los grandes hacendados cafetaleros y cacaoteros. Incluso dentro de ese modelo, tanto el Gobierno como muchos productores privados se proponían tecnificar y modernizar el agro para introducir relaciones de producción capitalista. El trueque, aunque existía, no formaba parte de ningún proyecto explícitamente asumido y defendido. Era una práctica consuetudinaria que permanecía como resabio de la sociedad más conservadora y tradicional. Ahora, contraviniendo todas las leyes y tendencias de la modernidad, Chávez proclama la necesidad de construir una sociedad solidaria sobre la base del intercambio entre distintos bienes.
Este planteamiento, a decir verdad, no tiene nada que ver con los postulados socialistas de Marx, sino más bien con las aberraciones voluntaristas de Mao Zedong, el Che Guevara y Pol Pot. Desde El Manifiesto Comunista (1848) hasta El Capital (1867), es decir, desde una obra de juventud hasta su libro cumbre, Marx alaba las enormes virtudes modernizadoras que trae consigo el capitalismo y la burguesía. Queda deslumbrado por el vertiginoso avance de la ciencia, los descubrimientos basados en los experimentos prácticos y la tecnología. A pesar de que el dinero como medio de pago no había alcanzado el impresionante nivel de desarrollo que posee en la actualidad, el llamado padre del socialismo científico reconocía que el carácter cada vez más abstracto e intemporal del dinero (cheques, acciones intercambiables, notas de crédito y de débito, etc.) opera como una poderosa palanca para estimular las transacciones comerciales y, por esta vía, expandir el crecimiento económico. La crítica esencial de Marx al capitalismo reside en su naturaleza intrínsecamente explotadora. Para acabar con este rasgo había que abolir la propiedad privada de los medios de producción, lo cual conducía a socializar las fuerzas productivas. En un ambiente de alto nivel de tecnificación y complejidad tecnológica como exige el socialismo, el dinero se hace superfluo, pues el Estado, dueño de todos los medios de producción, se encarga de repartir a cada ciudadano según sus necesidades y no según la contribución que éste hace a la creación de la riqueza global. Por lo tanto, el dinero se convierte en un instrumento de cambio innecesario, porque el desarrollo tecnológico crea las condiciones para que un ente centralizado como el Estado, distribuya de forma equitativa los bienes.
En esta utopía igualitaria basada en las condiciones de bienestar que previamente consolida el capitalismo, quedan muchas piezas sueltas que Marx nunca logra ensamblar. Sus sucesores, especialmente Lenin, se dan cuenta de que la única forma de producir el salto del capitalismo al socialismo y al comunismo es mediante la violencia, la represión y el autoritarismo. A diferencia del capitalismo —cuyo surgimiento e implantación no obedece a ningún plan preestablecido por algún grupo, clase o partido, sino al “orden espontáneo” del que habla Hayek—, el socialismo forma parte de esas utopías que sólo pueden materializarse, si quienes las defienden les quiebran el espinazo al resto de los ciudadanos.
Esto es, precisamente, lo que intenta hacer Hugo Chávez al tratar de acabar con las relaciones mercantiles en el agro. Desde que los lazos de carácter servil y semifeudal van desapareciendo en el campo, y progresivamente se sustituyen por relaciones de tipo capitalista, tanto la remuneración al trabajo como los beneficios de los productores se tasan en dinero, un medio de cambio inmaterial, permanente, acumulable, transferible y transable por cualquier bien que se necesite. En Venezuela este fue un cambio lento, que costó introducir y arraigar. Cuando Juan Vicente Gómez muere en diciembre de 1935, en numerosos latifundios predominaban las monedas locales, y el trueque era una de las formas más agresivas en las que se expresaba la explotación y miseria de los campesinos. Los antiguos resabios premodernos, ligados a una economía de subsistencia y autárquica, le opusieron muchas resistencias al cambio modernizador.
Chávez, en vez de proponerles a los campesinos y productores del campo venezolano que trabajen la tierra como los farmers de California, que lo hacen en modernos tractores automáticos, dotados de aire acondicionado y equipos de sonido de alta fidelidad, lo cual aligera el inclemente verano californiano, les plantea regresar a la época de las cavernas. El experimento en el campo, pretende extenderlo al resto de la activad económica, de allí su énfasis en las cooperativas, en las empresas autogestionarias y en las empresas de responsabilidad social.
El 3 de diciembre los venezolanos tendremos que optar entre el atraso que significa "el socialismo del siglo XXI", y la posibilidad de reconstruir la democracia con base en la modernidad y en una equidad social fundada en la creación de riqueza, a partir de las poderosas herramientas que proporciona la tecnología y el capitalismo..
Felipe Benites: ENTRE DISONANCIAS TE VEAS...
El terco sociólogo que me acompaña desde unos años emergió y, de inmediato, eché mano de un conocido concepto de la psicología para explicar el malestar que este tipo de cosas puede generar en las personas, muy especialmente aquellas cautivadas por el discurso oficial: “disonancia dognitiva”. Me dije: ¡Si, eso puede ser lo que les asalte con este tipo de episodios! Y es muy sencillo: aquí suceden cosas que a ellos les debe sonar extraño, que rompe la armonía del conjunto y termina causando angustia, preocupación pues. Expliquemos esto con casos muy puntuales, comenzando por el que llamó mi atención:
Ejemplo 1: El Instituto Nacional de Estadística nos dice con sus rítmicas cifras que el desempleo está a punto de ubicarse por debajo de la barrera de los dos dígitos, reduciéndose casi en un 50 por ciento desde 2003. Peleando entonces con la melodía de la “verdad oficial”, vemos a un grupo de dirigentes laborales cayéndose a plomo en plena vía pública y a la luz del día, nada más y nada menos que… por empleos. Conclusión 1: disonancia cognitiva en los aficionados al gobierno.
Ejemplo 2: El mismo INE revela que en 2005 la pobreza se redujo en una proporción que no habíamos visto en el país durante décadas —por no decir nunca— con especial énfasis en el segmento conformado por los pobres extremos, vale decir aquellos que no pueden cubrir al menos sus requerimientos alimenticios. Luego, en otra pelea con la sonora estadística, en un semáforo cualquiera aparece una señora con un perol pidiendo plata; en otro, unos niños “malabariando”, además de los carros, con pelotas, pines y antorchas para medio subsistir; en los hombrillos viales, los “recogetodo” como parte ya asimilada del paisaje urbano. Conclusión 2: disonancia cognitiva en los fanáticos del pitcher zurdo.
Ejemplo 3: En Gaceta Oficial el pernil está regulado —si mal no recuerdo— a 4 mil 900 bolívares el kilo. En el último megamercal de la Av. Bolívar —¡oh sorpresa!— se vendió por encima de los 12 mil. No diremos la conclusión 3 para no ser cansones, pero si un pequeño listado de tareas específicas, que de estar yo a la cabeza del Comando Miranda implementaría de inmediato para que la cosa no llegue a peores, aprovechando la enorme bendición de ser candidatos y presidentes al mismo tiempo:
Lo primero sería que los “vencedores” de las misiones sociales más importantes, vale decir, las educativas, como ya saben leer, manejar números y hacer análisis crítico, pongan en uso los conocimientos “adqueridos” y procedan a explicar a sus familiares y amigos el significado de las cifras oficiales, para que no den crédito alguno a lo que puedan ver sus ojos en las comunidades y en la calle. Mercal, por su parte, “a juro” debe hacer que aparezca el azúcar y la leche y seguir obligando a la gente a comprar los pocos que se consiguen en combo con arroz, pasta, margarina, etc., porque ésa es una práctica imperialista que llegó aquí de la mano de las hamburguesas, las papitas y el chicharrón de pollo. Sería conveniente que Barrio Adentro le echara una pinturita a los menos de 2 mil módulos que se construyeron —la gran mayoría a “orilla e’ calle”— de los 8 mil 500 propuestos desde 2004, y que en la medida de lo posible no se les vea la cadena y/o el candado que ya muchos tienen en la puerta. Es insoslayable que se implemente el cambio de etiquetas de todo producto importado por el viejo y leal “Hecho en Venezuela”, mas con el añadido “Por el Núcleo de Desarrollo Endógeno La Paragua”, por ejemplo. No hay que olvidar la importancia de recordarle continuamente al chofer del ferrocarril del Tuy que no le pise demasiado la chancleta al bicho, porque se va la luz en Charallave. Una exclusiva para el presidente; jamás, jamás, jamás debe repetir que la trocha es “tremenda carretera”, ya que después de varios meses de uso se sabe de sobra que es mejor pedir “peras al horno”. Por otro lado, afortunadamente para ustedes, el ministro Chacón dejó de atormentarnos con las ruedas de prensa lunáticas —eran los lunes— en las que decía —cifra en mano, como debe ser— que el nivel delicuencial estaba en descenso, además de solicitar que tal temita fuera excluido de la campaña. Muy bien por el ministro. Y ya que hablo de campaña, para finalizar, lo más importante. Compatriotas y compatriotos, es hora de comenzar a asistir a los eventos electorales y de gobierno del sempiterno Cy Young —y no me refiero al original, al gocho. Las encuestas hablan de 20-30 puntos —¡mínimo!— a favor de él, pero la calle —que vaina con la calle— se empeña en producir otro encontronazo con la “verdad estadística”. Si ustedes comienzan a aparecer masivamente en tales actos, los dueños y analistas de tan “serias y prestigiosas” encuestadoras algún día les agradecerán. Pero déjenme alertarles que este último favor puede que no se lo paguen jamás, porque a lo mejor el 3-D estos mismos “numerólogos” terminan afectados por… ¡otra disonancia máaaaaasss!
Silvia Dioverti ¿QUÉ SIGNIFICA SER ROJO ROJITO?
—Veo, veo.
—¿Qué ves?
—Una cosa.
—¿Qué cosa?
—Maravillosa.
—¿De qué color es?
Juego infantil
Lo que sí es menos novedoso es comparar la evolución de las naciones a las edades del ser humano. Mucho se ha dicho sobre la infancia de los pueblos y sobre las subsiguientes etapas de su crecimiento. Así, pues, que la primera asociación que hice fue equiparar el color de moda a uno de los cuentos infantiles más populares: Caperucita Roja.
Si rojo es el color de la sangre, no es una verdad de Perogrullo que Bruno Bettelheim, en su Psicoanálisis de los cuentos de hadas, haya establecido una relación entre el color de la vestimenta de la niña y su etapa de crecimiento: “Rojo es el color que simboliza las emociones violentas, sobre todo las de tipo sexual. Las ropas rojas que la abuela regala a Caperucita se pueden considerar, entonces, como símbolo de una transferencia prematura de atractivo sexual.” La palabra clave es, lógicamente, prematura. “Las muchacha se da cuenta de que no está madura en absoluto para enfrentarse al lobo (seductor)”, que quiere “devorarla”, es decir, acostarse con ella. Bastante más adelante de su lúcido trabajo Bettelheim concluye: “Caperucita Roja habla de pasiones humanas, de voracidad oral y de deseos agresivos y sexuales en la pubertad”. De lo cual infiero, no demasiado subjetivamente, que al estar rojos-rojitos como pueblo, estamos en la pubertad y no en la madurez, etapa en la cual o no se cree en el lobo feroz o ya no se le teme.
Incentivada por la interpretación de Bettelheim, y con el deseo acucioso de saber qué otras cosas interesantes esconde el color rojo, me fui a la Interpretación de los sueños, del psicólogo junguiano Pierre Daco, quien dice del rojo: “Color ardiente por excelencia, es brutal, gritón, dinámico, enervante... Es un color de guerra que se impone sin dificultad... Los niños y los primitivos adoran el rojo... En los sueños evoca el fuego y la energía, simboliza la vitalidad de las energías y de las pasiones —a veces devorantes. Es el color de la combatividad, de la extroversión. El rojo púrpura es imperial, pero también, por inversión, es el símbolo de la violencia, del odio, del asesinato y de la matanza. En la heráldica (gules) es el amor, el coraje, la cólera, también la crueldad. Igualmente la destrucción y el juicio final (destrucción por el fuego). En música podría estar asociado a la trompeta”.
Siguiendo el camino de las asociaciones y de la memoria de cosas leídas, me acordé, casi al margen, de que los griegos llamaban a los fenicios phoinikes, pueblo rojo, (de allí derivado en fenicios), a causa de la preciosa tela roja que exportaban, pero el incendio rojo-rojito de Cartago por los romanos en el 146 a. C. me dio como un escalofrío y volví a la simbología, en la que se puede, al contrario de lo que pasa con la Historia, creer o no.
Juan Eduardo Cirlot, en su Diccionario de símbolos, dice: “El simbolismo del color suele proceder de uno de sus fundamentos: la expresión inherente a cada matiz, que se percibe intuitivamente como un hecho dado; la relación entre un color y el símbolo planetario a que la tradición lo adscribe; finalmente, el parentesco que, en lógica elemental y primitiva, se advierte entre un color y el elemento de la naturaleza, reino, cuerpo o sustancia, que acostumbra presentarlo, o que lo presenta siempre en asociación indestructible y capaz por lo tanto de sugestionar para siempre el pensamiento humano... Para terminar estas consideraciones sobre el significado psíquico de los colores, señalaremos algo sobre las correspondencias alquímicas. Las tres fases principales de la “grande obra” (símbolo de la evolución espiritual) eran materia prima (color negro), mercurio (blanco), y azufre (rojo)”.
Y fue exactamente allí donde se me pelaron los cables: porque si, además de todo lo ya expuesto con relación al color rojo, también resulta que está asociado al azufre, y si el azufre está asociado al diablo, y el diablo al infierno, no pude o no quise responderme qué significa ser rojo-rojito. Me resultaba más cómodo, por foráneo, creer que el azufre sólo se olía en algunos momentos en la ONU. ¡Ay, cómo es cierto que “el que añade ciencia añade dolor”.
lunes, noviembre 20, 2006
SUMARIO 21-11-06
Una nueva edición de Ideas de Babel se presenta ante ustedes.
Política ficción: ¿Cómo ganamos la carrera del 3-D? ¿Cómo rematamos la victoria sobre el miedo? Preguntas pertinentes.
Cine: Un análisis de Los infiltrados indica que Martin Scorse —uno de los grandes nombres del cine norteamericano de las últimas cuatro décadas— no sólo está vivo sino que además tiene con qué seguir haciendo grandes películas. Además, comentamos la apertura de Cine Celarg 3, la nueva sala de proyecciones que abre otras posibilidades al espectador caraqueño; el premio Euroimages que acaba de ganar Your name is Justine, del venezolano Franco de Peña, en el Festival de Cine Europeo de Sevilla; y el programa radial Zona libre, que conduce Alexandra Cariani todos los días en la Emisora Cultural de Caracas, con mi aporte de cada viernes en materia cinematográfica.
Culinaria: La nieva edición de El vino toma Caracas prefigura una propuesta de degustación y disfrute que puede convertirse en tradición.
Columnistas invitados: Gerver Torres propone, desde el laboratorio de Liderazgo y Visión, un test para los indecisos en las próximas elecciones que ha causado revuelo. Desde República Dominicana, el crítico de cine Héctor Concari nos comenta las dos películas de Oliver Stone dedicadas a Fidel Castro, antes de filmar Las torres gemelas, actualmente en cartelera. Y Trino Márquez fustiga, otra vez, al gobierno de Chávez por su ineficiencia.
Hasta pronto.
Política Ficción: LA GRAN CARRERA DEL 3-D
domingo, noviembre 19, 2006
Cine: RATAS LEALES, RATAS TRAIDORAS
Scorsese, sin embargo, no se limita a adaptar la película china al ambiente de la mafia irlandesa del sur de Boston sino que amplía sus significaciones hacia el contraste entre lo aparente y lo verdadero, como en un juego de máscaras, que conduce a un acto de ilusionismo policial. Narra la historia de dos jóvenes oficiales —provenientes de la comunidad irlandesa de la ciudad, dominada por el mafioso Frank Castello— que sigen destinos diferentes. Mientras uno de ellos, Colin Sullivan, es asignado por la exigente Policía de Massachussetts para infiltrar la banda del psicópata Costello —aunque en realidad es un infiltrado del mafioso en el cuerpo policial— y goza de toda la confianza de sus superiores, el otro, Billy Costigan, acepta la misión de infiltrarse en la banda del mismo Costello como si fuese un matón que busca hacer carrera en el crimen. De tal manera que el film plantea de entrada el enfrenteamiento entre dos infiltrados —dos ratas, en el argot— que no se conocen, que saben que el otro existe y que trabajan en la cuerda floja. Es un duelo a ciegas que se desarrolla con cierto sentido trágico e inexorable. Es el viejo e inagotable cuento sobre la guerra entre la lealtad y la traición.
LOS INFILTRADOS ("The departed"), EEUU, 2006. Dirección: Martin Scorsese. Guión: William Monahan, remake del film Infernal Affair ("Wu jian dao", Hong Kong, 2002) de Wai Keung Lao y Alan Mak. Producción: Jennifer Aniston, Brad Pitt, Martin Socrsese. Fotografía: Michael Ballhaus. Montaje: Thelma Shoonmaker. Música: Howard Shore. Elenco:Leonardo DiCaprio, Matt Damon, Jack Nicholson, Mark Wahlberg, Alec Baldwin, Martin Sheen, Ray Winstone, Vera Farmiga, Todd Peterson. Distribución: Cinematográfica Blancica.
Gerver Torres: TEST PARA INDECISOS
- ¿Sientes que los venezolanos estamos hoy más unidos?
- ¿Ha mejorado tu seguridad personal y la de tu familia?
- ¿Estás de acuerdo con que tus hijos reciban una educación politizada?
- ¿Crees que tu propiedad está hoy más protegida?
- ¿Han mejorado la vialidad, el suministro de agua, electricidad y otros servicios públicos?
- ¿Te permiten tus ingresos de hoy alimentar mejor a tu familia, con calidad y variedad?
- ¿Crees que el problema de la vivienda se ha resuelto?
- ¿Existen hoy más oportunidades de empleo estable y bien remunerado?
- ¿Cumple el presidente Chávez sus promesas?
- ¿Ha elegido el presidente un buen equipo de gobierno?
- ¿Para ti “ser rico es malo”?
- ¿Ha disminuido la corrupción en los últimos 8 años?
- ¿Te sientes cómodo con la cantidad y la frecuencia de los regalos del gobierno —en petróleo y en dólares— a otros países?
- ¿Te han hecho las misiones más próspero?
- ¿Crees que el Presidente nos trata a todos los venezolanos por igual, sin discriminaciones?
- ¿La revolución como modelo de sociedad, incluye a todos los venezolanos?
- ¿Te sientes en confianza para hablar de política con cualquiera?
- ¿Ves hoy más construcciones, nuevas empresas y más gente en empleos formales?
- ¿Te resulta normal la muerte de decenas de venezolanos cada semana en manos del hampa?
- ¿Hemos mejorado nuestras relaciones con la comunidad internacional?
Las respuestas negativas no tienen puntuación. Las afirmativas valen un punto cada una.
Si el resultado suma diez puntos o más, el presidente está aprobado y merece la reelección.
Si totaliza menos de diez puntos, está aplazado y no merece nuestro voto.
El 3 de diciembre cada cual sabrá por quien votar.
gerver@liderazgoyvision.org
jueves, noviembre 16, 2006
Culinaria: EL VINO VUELVE A TOMAR CARACAS
Fue tal el éxito de El vino toma Caracas —a principios de 2006 colmó los espacios del Centro San Ignacio— que sus organizadores han decidido repetir la experiencia el jueves, el viernes y el sábado de esta semana en el exitoso mall caraqueño.
Esta Fiesta de la Vendimia 2006 busca acercar, enaltecer y consolidar el vino en consumidores iniciados y por iniciarse, sin perder de vista su estrecha e inevitable relación con la gastronomía y el mundo de la restauración.
¿Cuáles son sus objetivos? Consolidarse como el evento vinícola más importante en Venezuela, como se hace en las principales ciudades de Europa, Estados Unidos y América Latina, y contribuir a incrementar la cultura sobre el vino, para así fortalecer su consumo, a todas luces creciente, en Venezuela.
El vino toma Caracas prevé un flujo aproximado de cinco mil visitantes durante los tres días de exposición. En los espacios abiertos del Centro San Ignacio se distribuirán pabellones por regiones productoras de vino. Estarán Chile, Argentina, Uruguay, Venezuela, Sudáfrica, Australia, España, Portugal, Italia y Francia.
Al igual que la versión pasada, el acceso al evento será libre pero prevé la cancelación de una tickera, cuyo costo será de 30 mil bolívares por visitante por día, la cual le da derecho a una copa con la que podrá disfrutar la oferta de vinos expuesta, además de 10 cupones para degustaciones.
Se llevará a cabo una programación especial de catas temáticas, dirigidas por expertos —periodistas especializados— especialmente convocados para la ocasión, que tendrán un costo adicional.
En las instalaciones de la vinatería La Viña del Señor del Centro San Ignacio, los distribuidores podrán ofrecer, a precios de costo, sus grandes productos, por lo general de difícil acceso y altos precios, tales como champañas, oportos y otros grandes vinos del mundo
Durante el evento, los restaurantes, cafés y bares llevarán a cabo una programación especial de menús, con una oferta de vinos con descuentos y promociones auspiciadas en alianza con los distribuidores participantes. Todo esto con el fin de estimular la afluencia de público a los locales, experiencia que tuvo un rotundo éxito en la edición de mayo del evento.
En Plaza Ávila del San Ignacio se llevará a cabo una serie de conciertos con música céltica, jazz, jazz latino, funk y bossa-nova, con importantes intérpretes nacionales.
Brindaremos a partir del jueves 23. Salud.
Cine: UNA SALA, UN PROGRAMA, UN PREMIO
Héctor Concari: BUSCANDO A OLIVER STONE
Porque Comandante es la risueña visita de Stone a Cuba para entrevistar a Fidel. Con una regla de oro explícita: en cuanto al Comandante no le gusta una pregunta se para la filmación. Y el bueno de Oliver pregunta y pregunta: sobre la crisis de los misiles, sobre su pasado, sobre su visión del mundo y sobre su vida privada, pregunta que el caudillo esquiva. Y Stone se ríe y disfruta y se monta en la limosina con el Comandante y extrae una ametralladora del piso. Porque a Stone le fascina el poder y por primera vez él, un historiador de la política, está cara a cara con uno de los personajes que tanto le atraen. Y se nota que disfrutar, el hombre disfruta. Tanto disfruta que se olvida de preguntar detalles: no pregunta sobre los disidentes, ni sobre los derechos humanos, ni sobre las elecciones. Porque claro, recordemos la regla uno de la película. Flashforward.
En el primer trimestre del 2003 Fidel fusila a tres muchachos acusados de intentar desviar un ferry. Horror. José Saramago proclama, “hasta aquí llegué” y hasta Eduardo Galeano —uno de los mejores escritores uruguayos del siglo 19— toma distancias. Stone vuelve a Cuba esta vez, con cara de malo, a hacer las preguntas que se olvidó en el anterior largometraje. Nace así Buscando a Fidel, un film que entre nosotros circula casi clandestinamente y que sigue el mismo formato de su hermano mayor... con una diferencia. Ya no se ríe Stone, pone cara de preocupado y enfrenta a un Fidel cansado, que defiende su decisión y su tesis. Es un film que impacta por el cinismo de la postura del entrevistado con el viejo y manido “lo hicimos ¿y qué? Estamos en guerra y todo se vale". Son dos films para revisar, ahora que el caudillo (esa terminología que Fidel no le acepta a Stone entre alguna otra cosa), está entrando en el ocaso de su tiempo.
El pánico cundió entre sus seguidores. En su último film —que se acaba de estrenar en Caracas— el bueno de Oliver Stone se ha pasado con armas y bagajes a las filas de los “neocons”, es decir, los neoconservadores, el ala republicana actualmente en el poder. El motivo es el tema de Las Torres Gemelas, un film en el que Stone narra la tragedia del fatídico 11 de septiembre, desde la perspectiva de los bomberos. La película, que ha sido saludada como un imbatible film de acción, reivindica la “guerra justa” contra Afganistán, que Stone ha defendido en declaraciones posteriores, pero desmarcándose rápidamente del conflicto en Irak. Un film que convendrá ver, analizar y discutir.
Trino Márquez: UN GOBIERNO CON TARJETA ROJA
lunes, noviembre 13, 2006
SUMARIO 13-11-06
En esta nueva edición de Ideas de Babel cambiamos el color de nuestra plantilla y proponemos algunos temas de actualidad. Nos preguntamos quiénes están tomando en cuenta a esa gran cantidad de jóvenes excluidos que aún no ha decidido si va a votar... y tampoco sabe aún por quién. Revisamos Mi vida por Sharon, la más reciente película del venezolano Carlos Azpurua, comentamos el IV Festival del Nuevo Cine Italiano que comenzó el viernes pasado en Caracas y homenajeamos In Memoriam al italiano Gillo Pontecorvo, el colombiano Jaime Osorio y el argentino Eduardo Mignogna, tres figuras del cine que se han marchado.
Alfonso
Política Ficción: SE BUSCAN JÓVENES INDECISOS Y EXCLUIDOS
Perogrullo nos recuerda todos los días que lo más importante usualmente está ante nuestros ojos, pero nos distraemos tratando de observar cosas menos evidentes, ocultas en los entrepliegues de la realidad. Los miembros del comando de campaña de Rosales deberían poner el énfasis programático y comunicacional en aquellos sectores juveniles y excluidos que se manifiestan indiferentes a la política, que sobreviven día a día en las peores condiciones, que no están integrados al sistema educativo o al mercado laboral formal, que se sienten olvidados, que no tienen esperanza, a quienes no les gusta Chávez pero desconocen lo que puede hacer Rosales por ellos. Ellos son los destinatarios naturales de un mensaje de redención. Ellos pueden marcar la diferencia. Ellos son los que permitirán “cobrar”.
Cine: REIR PARA NO LLORAR
Autor de un amplia trayectoria documentalista —Yo hablo a Caracas, Amazonas, el negocio de este mundo, Caño Mánamo, entre otras— y de dos largos de ficción de profunda carga política y social —Disparen a matar y Amaneció de golpe—, Azpurua asume un género que no había trabajado con la seguridad que le brinda el ejercicio guionístico de Mónica Montañés y la reconstrucción de una experiencia personal.
Carlitos es un cuarentón que divide su vida entre su ex esposa, su actual amante y su dependencia emocional de otra figura femenina a la cual ha bautizado Sharon: su Grand Cherokee 4 x 4. Representa la síntesis interpretativa de ciertos valores de la clase media venezolana, aunque por momentos tales valores sean caricaturizados. Un parlanchín angustiado y oportunista, repleto de ideas preconcebidas y convencionales, que se encuentra ante el dilema de escoger entre su esposa de siempre —madre de sus hijos, aún guapa, que lo ha abandonado por otro hombre más responsable y amable pero que aún le coquetea— y su nueva amante —joven, sentimental, ingenua y muy atractiva, que espera un hijo suyo— en una etapa crucial de su vida. Pero un día, mientras se escapa de su esposa para buscara su amante, una banda de criminales lo secuestra y se lleva lo más valioso para él: su flamante camioneta roja. Carlitos, por esta vía, está a punto de quedarse sin esposa, sin amante y sin Sharon. El fin del mundo.
Los conflictos de la historia se desplazan desde lo afectivo —¿a quién ama de verdad, si es que ama a alguien distinto a su camioneta?— hasta el plano oportunista —¿con quién le conviene quedarse?— desarrollando leves pasantías en lo social —sus secuestradores pertenecen a las capas depauperadas de la sociedad, el pueblo que llaman— y lo político —la polarización que el chavismo ha generado en la sociedad venezolana— para conformar un cuadro humano variado, insatisfecho, conflictivo. El final de la narración —un acto de destrucción que se supone de transformación— sintetiza el problema medular de la personalidad de Carlitos y del desarrollo de la trama.
El redondo guión de Montañés encuentra vías de expresión gracias no sólo a la dirección de Azpurua —conocedor del tema y con el oficio a cuestas— sino también al trabajo interpretativo de Carlos Mata, quien impone al personaje de Carlitos un tono de comprensión que le confiere verismo. El oportunismo y la estupidez emocional se conjugan con la inteligencia potenciada en una situación de crisis y la capacidad de convencimiento que puede desplegar un ser humano al borde de sí mismo. A su lado, se esparcen las actuaciones variopintas y efectivas de Mimí Lazo, Anabel Rivero, Marian Valero, Javier Paredes, Dimas González, Vicente Tepedino, Carlos Villamizar, Elisa Escamez, Yugui Lopéz, José Luis Useche, Gonzalo Cubero, Carmen Arencibia, Luigi Sciamanna, Juan Manuel Montesinos y Yanis Chimaras, entre otros, en un elenco coral donde cada intérprete posee un valor y un rol a jugar.
Azpurua logró salir airoso de los retos que representa una comedia como Mi vida por Sharon o ¿qué te pasa a ti?, tan distinta —como género e intención— al cine que ha desarrollado desde finales de los años setenta. Con todo, hay en el relato y en su ejecución el tono visual de sus filmes anteriores donde el universo de lo popular se revela a través de la fotografía, el montaje y el sonido de un estilo de expresión. Una nueva etapa en la trayectoria de su realizador.
Christian Burgazzi: SIETE ESCENARIOS ELECTORALES O "ALLEGRO MA NON TROPPO" *
Escenario 1: ¿Pa’ tras ni pa’ coger impulso?
Rosales gana por poco. Chávez entrega de mala gana. En el 2007 se debilita el mercado petrolero y se desploma el precio del crudo. Chávez —en la oposición— le hace la vida imposible al presidente Rosales. El dinero no alcanza para atender toda la demanda de La Negra. El hueco fiscal dejado por Chávez es gigantesco, las deudas contraidas son enormes. La inflación se dispara y se devalúa el bolívar liberado del control cambiario. Las expectativas de la gente se ven frustradas.A los tres años Chávez convoca y gana un referéndum revocatorio y regresa al poder. Chávez II pretende profundizar la revolución.