miércoles, enero 24, 2007

Cine: EL DESCONCIERTO GLOBAL

En apenas seis años los mexicanos Alejandro González Iñárritu y Guillermo Arriaga han construido una de las trilogías fílmicas más importantes de las últimas décadas. En el año 2000 sorprendieron al mundo con su violenta y muy humana Amores perros —producida en México y hablada en español—, drama urbano que entrelazó los personajes de tres historias paralelas y simultáneas signadas por la violencia, aparentemente sin conexión pero coincidentes en espacio y tiempo en Ciudad de México. En 2003 desconcertaron a media humanidad con 21 gramos —producida en Estados Unidos y hablada en inglés—, una película de estructura compleja que indagó en las emociones de los hostigados personajes de tres historias convergentes a partir del arrollamiento automovilístico de una niña. Tres años después se presentan con Babel —con producción en México, Estados Unidos, Marruecos y Japón y hablada en inglés, español, beber, árabe y japonés—, una mirada crítica a la incomunicación personal e ideológica del mundo contemporáneo, paradójicamente determinado por las telecomunicaciones y la integración globalizadora. Con su reciente victoria como mejor película en los Globos de Oro y su múltiple postulación al Oscar —incluyendo mejor película, mejor director y mejor guión— la convierten en la película del momento.
Una acción cualquiera puede desatar reacciones en distintos puntos del planeta con diferentes consecuencias. Un disparo en el desierto marroquí impulsa decisiones en la frontera entre México y Estados Unidos, que a su vez generan conflictos en Japón. Personajes que no se conocen cruzan sus vidas de forma directa o indirecta. Seres humanos que hablan disímiles idiomas pueden comunicarse e interactuar en diversos lugares del orbe. El episodio bíblico de la torre de Babel —referido a la incomunicación como producto de las lenguas desconocidas, decretada por Dios ante la soberbia de los hombres— se desliza en el film de González Iñárritu y Arriaga al terreno de la afectividad y a las aguas movedizas de la intolerancia, la no aceptación del “otro”, de ése que no es “como yo”. Unos niños marroquíes, dos turistas norteamericanos, un adolescente japonés sordo y una niñera mexicana protagonizan las cuatro historias que se interconectan de forma aparentemente azarosa. El director mexicano partió de sus diferencias culturales, nacionales, étnicas y religiosas para establecer un área de identidad común. Y lo logra de forma admirable, coherente y extremadamente franca.
Con un elenco mixto —grandes estrellas al lado de perfectos desconocidos— y una producción internacional, Babel conforma un drama humano de alcances insospechados que estructura un retrato a mano suelta del planeta que moramos. Como obra coral, transita de un personaje a otro con marcada agilidad, tejiendo entre ellos un pañuelo común, más allá de sus diferencias étnicas, culturales o lingüísticas. Las distancias ya no se miden en kilómetros sino en emociones, en prejuicios, en posiciones tomadas, en necesidades afectivas. Los estereotipos nacionales —los gringos imperialistas, los árabes terroristas, los mexicanos son flojos, los japoneses están alienados por la tecnología— se derrumban ante un lenguaje que no es idiomático ni gestual,
ni siquiera racional sino eminentemente emocional. Esta postura de los autores de Babel constituye la fortaleza más significativa del trabajo creador.
Babel no sólo reitera una perspectiva creadora que se halla en Amores perros y 21 gramos —la intertextualidad de los relatos y los personajes en el tiempo y el espacio— sino que concluye la trilogía de las relaciones humanas no decretadas pero reales. Además, marca el distanciamiento de González Iñárritu de su exitoso guionista Guillermo Arriaga, quien ya ha trabajado para otros realizadores y prepara su debut como director. Sólo por estas tres películas, ambos se han ganado un lugar en la historia del cine.

BABEL (“Babel”), EEUU, 2006. Dirección: Alejandro González Iñárritu. Guión: Guillermo Arriaga. Fotografía: Rodrigo Prieto. Montaje: Douglas Crise, Stephen Mirrione. Música: Gustavo Santaella. Elenco: Brad Pitt, Cate Blanchett, Adriana Barraza, Gael García Bernal, Rinko Kikuchi, Kôji Yakusho, entre otros. Distribución: UIP.



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