viernes, septiembre 08, 2006

Vida: ¿POR QUÉ AMAMOS TANTO A MARGARITA?

Porque tiene unas playas espectaculares. Porque tiene cierto sabor salvaje. Porque en muchos de sus restaurantes se come muy bien. Porque sigue teniendo precios competitivos. Porque su gente es muy cálida. Porque es el destino turístico más importante de Venezuela. Porque es nuestra.
Pero algo parecido podrían decir los colombianos de la solariega Cartagena de Indias o los argentinos de la señorial Mar del Plata o los mexicanos de la legendaria Acapulco o los cubanos de la hermosa Varadero. ¿Qué tiene Margarita que no tengan otros destinos de playa en América Latina? Pocas o muchas cosas, eso no importa. Lo sustantivo es que los venezolanos amamos a Margarita.
La amamos aunque haya fallas en el servicio eléctrico. La queremos a pesar de que Eligio Hernández, alcalde de Mariño, no ordene recoger la basura de Porlamar. Volvemos a ella una y otra vez sin acordarnos que el servicio de Conferry es tan deficiente. Soñamos con sus playas aunque sepamos que en temporada alta se restringe el servicio de aguas en los edificios y casas. Seguimos manteniéndola como nuestro principal destino turístico sin que sus autoridades desarrollen una verdadera política turística. A pesar de todo eso y de otras cosas que prefiero olvidar, amamos a Margarita por razones mágicas.
Es un amour fou que no se detiene ante las razones. Creemos más en su magia que en sus desplantes. Tal vez algún día nuestra isla encuentre lo que yo denomino el "futuro sostenido", es decir, una apuesta personal de desarrollo que se cumpla día a día y no sólo en temporada alta. Cuando no dependa del poder central ni de los oportunismos de sus autoridades ni de los caprichos de un monopolio naviero. Cuando llegue ese día amaremos aún más a Margarita.