Casi simultáneamente con el fragor de las bombas en territorio libanés, una familia de la antigua Fenicia abrió en Caracas los salones y fogones de Tarabish, situado en un casi escondido local del Centro Comercial Mata de Coco. Tapices, mantelería y ornamentos que recuerdan a Beirut abrazan a quienes se acercan al restaurante, al principio con timidez, luego con soltura. Los camareros ataviados al estilo de ese país y tocados con los tarabishi, sombreros típicos del Líbano, ofrecen una carta sencilla, elegante, cuya enumeración de platillos no se diferencia de las de otro restaurante libanés de la ciudad. Allí están las distintas cremas vegetales , las brochetas de pollo y carne, los kibbes crudos, horneados y fritos, las hojas de parra rellenas, las baclavas y todo lo típico. Plato diferenciador: el kibbe horneado de mero. A destacar: la crema de pimentón y nueces (realmente superlativa), las salchicas de res al carbón y el kibbe crudo de carne. El plato mixto no supera lo convencional. Los camareros son atentos, rápidos, discretos. Los precios se revelan muy razonables.
5 puntos sobre 10
lunes, agosto 21, 2006
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